¿Qué puede hacer la música por nosotros? 9 PROBLEMAS QUE PODEMOS RESOLVER CON LA AYUDA DE LA
MÚSICA
La música tiene muchas y diversas aplicaciones; la
utilizamos para mejorar nuestro estado de ánimo, para hacer deporte, para
aumentar nuestra motivación, para bailar, en momentos de reunión social, etc.,
pero tiene otros usos, usos más peculiares y hasta científicos y médicos, que
no solo son interesantes, sino que tienen efectos muy positivos. Por ejemplo,
la música se utiliza como terapia para los enfermos de demencia o Alzheimer,
que reaccionan de forma positiva cuando escuchan sus viejas canciones favoritas,
llegando a recordar las letras e incluso a responder a preguntas acerca de su
pasado.
¿Qué otras aplicaciones desconocidas tiene la música?
1. Ayuda a los bebés prematuros
Los bebés que nacen de forma prematura suelen tener
problemas de peso, ya que no han alcanzado el adecuado durante la gestación por
haber nacido antes de tiempo. Para
ayudarles a ganar peso y fuerza, muchos hospitales recurren a la música, que
reduce los dolores que puedan tener los recién nacidos, lo que les ayuda a
alimentarse mejor y, por tanto, a ganar peso. Además, los expertos afirman que
los bebés se calman con facilidad cuando escuchan música de Mozart, lo que
implica una reducción en su gasto de energía, lo que también les ayuda a
aumentar su peso.
2. Las plantas crecen mejor
La música no solo ayuda a crecer a los bebés, también
las plantas se desarrollan mejor, más fuertes y sanas, si les ponemos música.
En el libro The Sound of Music and Plants (1973), Dorothy Retallack relata su
experimento con dos grupos idénticos de plantas; al primer grupo le puso música
relajante, mientras que al segundo le puso música rock. Al finalizar su estudio
se dio cuenta de que las plantas que habían estado expuestas a música relajante
eran uniformes en tamaño, frondosas y verdes, y habían crecido en dirección a
la fuente de sonido. Por el contrario, las plantas expuestas a música rock eran
altas, pero sus hojas estaban alicaídas y desteñidas, y habían crecido
alejándose de la fuente musical.
3. Problemas de corazón
La música puede ayudar a los pacientes que se están
recuperando de enfermedades cardíacas, como infartos, y cirugías, ya que
escucharla reduce la presión arterial, el ritmo cardíaco y la ansiedad. Además,
los expertos aseguran que escuchar canciones que nos producen sentimientos de
alegría aumenta la circulación vascular y expande los vasos sanguíneos, lo que
ayuda a mantener una buena salud vascular.
4. Rendimiento deportivo
¿Sabías que escuchar música mientras haces deporte
puede mejorar tu rendimiento deportivo hasta en un 20%? La música provoca, de
forma natural y saludable, el mismo efecto que conseguiríamos consumiendo
sustancias estimulantes o excitantes, lo que se conoce como dopaje en el ámbito
deportivo. Los mejores resultados se consiguen escuchando ritmos rápidos durante
los entrenamientos intensos y más relajados para los estiramientos y deportes
de bajo impacto.
5. Sordera
La música no puede curar la sordera, pero puede ayudar
a prevenirla. En un estudio realizado con 163 adultos, en el que 74 de ellos
eran persona de edad avanzada y músicos de profesión, se evaluó la capacidad
auditiva de los participantes a través de varios test. Al finalizar el estudio,
se pudo comprobar que los participantes profesionales en música procesaban
mejor el sonido que el resto, incluso con la diferencia de edad entre los
grupos (70 y 50 años).
6. Recuperación de daños cerebrales
Un millón y medio de americanos sufren daño cerebral
cada año y unos 90.000 de ellos tienen que luchar durante largo tiempo contra las
secuelas que les genera, tales como limitación en los movimientos y en la
capacidad de habla. Para combatir estas terribles consecuencias, los expertos
han empezado a utilizar la música como tratamiento, estimulando a través de
ella las áreas del cerebro que controlan estas dos funciones, la del movimiento
y la del habla.
Los resultados son alentadores; los pacientes con
Parkinson o que han sufrido un derrame cerebral son capaces de recuperar el
equilibrio y un paso simétrico y seguro gracias al ritmo, los golpes y el tono
de la música. Paralelamente, el ritmo y el tono de las melodías también pueden
ayudar a los pacientes a cantar las palabras que, en una conversación en tono
normal, no son capaces de pronunciar. La terapia musical es positiva también para
niño con autismo que no pueden hablar, ya que la música les ayuda a articular
las palabras.
7. Afecta al comportamiento de los adolescentes
¿Cómo afecta la música, concretamente las letras de
las canciones, al comportamiento de los adolescentes? El investigador Tobías
Greitemeyer se propuso averiguarlo; para ello, en el año 2008 realizó un
estudio con dos grupos de jóvenes. Expuso al primer grupo a canciones cuyas
letras contenían mensajes de ayuda y colaboración social, como Heal the Word de
Michael Jackson. El segundo grupo escuchó canciones con mensajes más neutros.
Posteriormente, los investigadores dejaron caer "accidentalmente" un
bote lleno de lápices en presencia de cada uno de los grupos. Los adolescentes
del primero - que estaba escuchando canciones positivas-, se acercaron
rápidamente a prestar su ayuda para recoger los lápices e incluso recogieron 5
veces más que los jóvenes del otro grupo.
8. Ayuda a mejorar la capacidad lectora
¿Puede la música mejorar las habilidades lectoras? En
un estudio de 2009 se comparó la evolución académica de dos grupos de jóvenes
de segundo grado y de procedencia demográfica similar, a los que se sugirió
aprender a tocar un instrumento musical. De este modo, uno de los grupos
aprendió notación musical, lectura visual de la música y otras habilidades, a
la vez que sus asignaturas habituales. El otro grupo continuó su año académico
sin recibir estas lecciones. Al finalizar el año, se sometió a examen el grado
de alfabetización de cada grupo: las notas finales del grupo que había
estudiado música fueron significativamente más altas respecto a las de comienzo
de año, sobre todo en los test de vocabulario; mientras que las del otro grupo
de alumnos solo mejoraron levemente.
9. Música y vino para los sentidos
Ya existen algunos vinos en cuya etiqueta se
recomienda qué tipo de música se debería escuchar mientras se degusta, y es que
un grupo de investigadores han descubierto que algunos tipos de música pueden
potenciar el sabor del vino hasta en un 60%. En el estudio realizado, catadores
de vino clasificaron los distintos tipos de la bebida y su sabor teniendo en
cuenta un factor clave: qué música estaba sonando mientras lo bebían. Así, el
vino blanco les pareció hasta un 40% más refrescante si se acompañaba con música
alegre y fresca. El sabor del vino tinto fue clasificado en un 60% más potente
al acompañarlo con música fuerte y poderosa.
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